Lita Pérez Cáceres

liperka@yahoo.es

El problema de Churchill

Para los oyentes de radio Ñandutí y televidentes del 13 el problema de Churchill, el mejor amigo de Humberto, un perro de raza viejo pastor inglés, fue tema de toda la semana pasada. Ni las elecciones coloradas tuvieron tanto interés como lo tuvo la falta de deseo sexual del guau guau. La hembra de la misma raza que trajeron a la casa para que se produjera el cruzamiento o himeneo perruno, trataba de seducir a Churchill, pero él, un soltero irreductible no se dejó convencer, se escondió debajo de la cama y no hizo caso de colas que se meneaban ni cosa parecida. Bueno, es sabido que en una raza que comienza por llamarse viejo, ya no puede ser tan activa. Si a eso le sumamos que es un pastor, tampoco tendría muchas ganas de pecar y si todo esto fuera poco, es inglés...y todos habrán oído hablar del poco interés que ponen los anglos en cuestiones de cama (en este caso de cucha). Por todo lo antecedido es comprensible la actitud indiferente de Churchill. Yo, muy preocupada consulté con un etólogo – psicólogo especialista en conductas animales- vía e mail, porque acá no hay ninguno, y su diagnóstico fue tajante: Churchill es un perro inmaduro y muy mimado. Además, su madre, la ministra manda más que su marido y todo eso podría conducir, a la larga, a que tenga que ir a las hospitalarias tierras argentinas que no le hacen asco a opciones sexuales diferentes.

Escasez de gas y de fósforo

La falta de gas se suma a la falta de ingenio de muchos redactores de noticieros que no son capaces de utilizar un diccionario. Por eso vimos y escuchamos a la conductora del noticiero de La Tele, en horario nocturno, diciendo ( leído del telepronter) " la escasez de gas obliga a la racionalización del mismo..." Entonces, con mucho respeto le aclaramos que racionalizar significa: reducir a normas o conceptos racionales Esa es su primera acepción. En cambio racionar, quiere decir: someter algo, en caso de escasez a una distribución ordenada. En su segunda acepción dice: Limitar el consumo de algo para evitar consecuencias negativas. ¿Me explico?

En esta modesta columna queremos ayudar a los comunicadores, dentro de nuestras propias limitaciones, que las tenemos y de nuestra propia ignorancia. De nada.