Los anuncios sobre el período

Si, si querido lector y apreciada lectora, para ciertos creativos publicitarios, tanto de radios como de TV, la menstruación es un gran filón (perdonen la rima). Vaya y pase que nos avisen que hay protectores diarios con alitas y hasta con patitas y que los muestren en pantallas como si fueran la piedra filosofal. Pero los que se inspiran para escribir anuncios para la radio son unos monstruos que quieren hacernos pasar como fieras porque estamos en "esos días". Por ejemplo, se escucha la dulce voz masculina, preguntando calmadamente algo a una mujer que le responde como una enajenada, luego explican que ella responde así porque se encuentra con SPM (Síndrome Pre Menstrual) o en esos días de nervios. Me pregunto yo ¿Alguna vez hablaron del síndrome pre o pos-clásico, cuando ellos entran en un estado de desquicio total? por supuesto que no. Tomen nota señores creativos ¡ITCH!

Rara publicidad

Hemos visto, por primera vez en Paraguay, un aviso de Seneté que alude a la supuesta tacañería de los judíos. Repito, no recuerdo que nunca antes ese grupo religioso haya sido objeto de chistes publicitarios. No sucede lo mismo en Argentina, donde son parte de una enorme colectividad y toman en solfa las bromas que se hacen sobre ellos, pero en ¿Paraguay? No se acostumbraba. Al personaje, barbudo y vestido de negro como los ortodoxos, solo le faltaban los bucles. Es simpático. Hasta ahora los aludidos no reaccionaron, son muy inteligentes, ellos saben que todo va con buena onda. Sin embargo, caracterizaciones como esas son de doble filo, nunca falta un buey corneta y mal pensado que pretenda sentirse muy ofendido.

La cerveza, el desodorante y el cabello sano

Si un antropólogo visitara Paraguay dentro de 50 años y se dedicara a estudiar la civilización paraguaya de las primeras décadas del siglo 21, creería †‘ a juzgar por anuncios publicitarios- que a los nativos de esta tierra roja y tajy, solo les interesaba beber y oler bien. Eso contribuía en grado sumo al éxito con las mujeres y así perpetuaban la especie ¿o no? Por otra parte, las mujeres de estos tiempos, vistas en un futuro no muy lejano, parecerían consagradas a tener el cabello firme, sedoso, largo y brilloso y que se gastaban sus buenas rupias para mantenerlo en esas condiciones. Además, que nunca las doñas nunca aparecen como ejecutivas, inteligentes y sensibles (salvo cuando se examinan las axilas o cuando se depilan con cera), siempre se nos presenta como madres sumisas y medio boluditas o bien como potras preocupadas solo por estar delgadas, tener un transito intestinal más veloz que ómnibus de la línea 2 y saber cocinar cualquier plato internacional con los mágicos calditos.

En fin, luego de esta catarsis voy a encender la tele para ver alguna telenovela mejicana o venezolana, con el fin de rebajar un poco mi auto estima. Porque contemplando esas minonas siempre listas para el amor con pestañas que parecen ventiladores, cualquier mujer normal se compara y se cree un asquito.