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El asesinato de practicantes de Falun Gong por sus órganos (3a. parte)

11/12/2010 00:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

En esta última parte de la serie (3a), se dan más evidencias de como hostiga y amenaza el gobierno chino a través de sus embajadas y consulados a los que considera sus opositores. La lucha a favor de los derechos humanos dentro y fuera de China continental es ardua.

David Matas

El gobierno chino establece organizaciones en el extranjero que son nominalmente independientes del gobierno, pero de hecho son sus agentes. Muchas universidades tienen organizaciones de estudiantes chinos que están estrechamente vinculadas a la embajada o al consulado chino. El gobierno chino utiliza la amenaza de negar los visados de salida, la cancelación de becas y la intimidación de la familia para que los estudiantes en el extranjero espíen a sus compañeros de clase, e intimidar a los practicantes de Falun Gong.

Fui testigo de las actividades de estos grupos en las universidades de Columbia y Princeton en los Estados Unidos cuando hablé ahí en abril de 2007. En Columbia, una organización llamada Columbia University Chinese Students and Scholars Association envío una amenaza en su sitio web diciendo: "El que ofende a China será ejecutado sin importar lo lejos que esté".

Cuando hablé en Columbia, la seguridad de la universidad mostró toda su fuerza. Un grupo llegó a la conferencia con pancartas y banderas rojas que seguridad requiere que se queden afuera. Seguridad permitió al grupo llevar las pancartas durante la charla. Los carteles decían en chino e inglés que Falun Gong es un culto maligno.

Procedí a dar lectura a mi discurso y que reaccionaran con él. No les gustó lo que escuchaban, el grupo abandonó la sala a la mitad del discurso.

David Matas (Woody Wu/AFP/Getty Images)

En Princeton, hubo una protesta similar. Esta vez, sin embargo, a los partidarios del gobierno chino se les permitió llevar los carteles, que dejaron atrás de la sala.

El gobierno chino concede subvenciones a las universidades para establecer los Institutos Confucio. Los organizadores compraron un anuncio en el San Francisco Chronicle, anuncio que el consulado chino no podía olvidar. Poco antes del suceso, la universidad canceló el lugar, alegando motivos de seguridad. A último momento, los organizadores reprogramaron el evento en un hotel, el Hotel Nikko. La universidad puso carteles diciendo que el evento, no sólo el lugar, se había cancelado. Por suerte, los organizadores pusieron ayudantes en la universidad para dirigirlos a la nueva sede.

En septiembre de 2006, cuando estuve en Finlandia para reunirme con la Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos finlandesa, su presidente me informó que la embajada china les había pedido no reunirse conmigo. El presidente respondió que los funcionarios de la embajada eran bienvenidos a reunirse por separado con el comité, pero que la comisión no obstante, se reuniría conmigo.

En un viaje a Australia, en agosto de 2006, David Kilgour habló de nuestro informe en un foro de Melbourne organizado por el miembro del Partido Liberal, Victor Perton. El consulado chino en Melbourne había enviado una carta a todos los miembros de la Asamblea legislativa, pidiendo que no asistieran al foro.

En el curso de la organización de una visita que hice en 2007 a Australia, para hablar en eventos de una ONG paralelos a la Cumbre de la APEC, yo junto con el resto de una lista recibimos un virus. Un equipo de expertos remontó el virus a China continental. El remitente del virus asumió la identidad de una persona de la lista, para que el mensaje pareciera enviado por alguien conocido. Afortunadamente, el virus no infectó mi equipo, por los sistemas que utilizo. Otros no tuvieron tanta suerte.

Estaba programado para hablar en la Universidad de Bond, Gold Coast, Australia, el 4 de agosto de 2008. El 7 de julio, un voluntario contrató un teatro en la universidad. El voluntario explicó que la reservación era para los organizadores y que no eran estudiantes. La persona encargada de las reservaciones era nueva y pasó por encima de sus superiores. La universidad dijo que notificaría a todos sus estudiantes y al personal de su foro interno. A los organizadores se les permitió también poner carteles en todo el campus para promoverlo.

El 28 de julio, el voluntario que hizo la reservación recibió un e-mail avisándole que el lugar ya no estaba disponible. El Vicerrector de la universidad, Robert Stable, dijo al voluntario que el Comité se había reunido y decidieron que el caso era político y que no se permitían asuntos políticos del exterior. No importaba lo que se había dicho, dijo que no le importaba y que la decisión era definitiva.

La Bond University tiene mucha población de China continental. Es una universidad privada, que depende en gran medida de la matricula de ingreso. Tiene un programa de intercambio de estudiantes con tres universidades de China continental: la Universidad de Soochow en Jiangsu, la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho del Suroeste en Chongqing y la Universidad de Tsinghua en Pekín. Brisbane tiene un consulado del gobierno chino.

Se organizó un lugar alternativo en la misma fecha en Broadbeach, Gold Coast. El foro estaba conectado a través de internet con participantes en China, más de 150 en total. Los participantes del local, así como los de internet hicieron preguntas después de que terminó la presentación formal. Un participante de internet se identificó como funcionario de la policía china. Esta es la pregunta dirigida a mí, traducida:

"¿No tiene miedo de morir? Usted está interfiriendo brutalmente con la política interna del partido. ¿Tiene miedo de nuestra venganza? Nuestra venganza en contra de usted, vamos a vengarnos de usted, ¿no tiene miedo de eso?

Mencioné antes, que llegué a Melbourne en agosto de este año para participar en el panel que organicé, que formó parte de una conferencia de las Naciones Unidas en salud mundial. En la sesión, un hombre de origen chino comenzó sistemáticamente a tomar fotos a toda la audiencia. Uno de los panelistas, un profesional del trasplante de Sídney, desafió al fotógrafo preguntándole: "¿Quién eres? ¿A quién representa? ¿Por qué está tomando fotos?" El fotógrafo sin decir palabra, empacó y se fue. Melbourne tiene un consulado chino.

En este viaje, uno de mis anfitriones recibió un disparo. El periódico The Epoch Times organizó un foro público el sábado 30 de octubre por la mañana, en el Queensland Taiwan Centre en Sunnybank, Brisbane. Las oficinas de The Epoch Times fueron victimas de un tiroteo el jueves anterior por la tarde. Afortunadamente nadie salió herido, pero la ventana de vidrio frente a la oficina tenía un prominente agujero de bala y una telaraña de grietas.

En educación como en otras cosas debemos tener en cuenta la sustancia así como la forma. Hasta ahora, he hablado de la manera en que David Kilgour y yo hemos comunicado nuestro trabajo y los obstáculos que enfrentamos. ¿Qué nos dice la esencia de nuestro trabajo sobre la educación en derechos humanos?

La educación no es sólo enseñanza. Es también aprendizaje. El objeto de esta conferencia no es ni China, ni Falun Gong, ni el abuso de trasplante de órganos. Es más bien la educación en derechos humanos. ¿Qué hemos aprendido y comunicado David Kilgour y yo, a través de nuestro trabajo del asesinato de practicantes de Falun Gong por sus órganos, sobre derechos humanos?

Superficialmente, el tema que hemos abordado es muy específico. Se trata de una denuncia de hechos. Hemos llegado a una conclusión sobre esta acusación. ¿Qué nos dice este esfuerzo sobre los derechos humanos en general?

Una de las lecciones de derechos humanos que hemos tratado de aprender es cómo enfrentar una acusación de asesinatos en masa donde no hay cuerpos, ni escena del crimen que visitar, ni hay testigos a quien entrevistar, y no hay registros a los que podamos acceder. La metodología que desarrollamos espero sea educativa.

La atrocidad a la que llegamos como conclusión toma lugar en la intersección, no sólo de una amplia gama de comunidades de interés, sino también una amplia gama de normas de derechos humanos. Centrándose en lo específico nos ha dado y a nuestra audiencia, una entrada a cuestiones más generales de derechos humanos; la pena de muerte, la intolerancia religiosa, la reeducación en los campos de trabajos forzados, abuso de trasplantes de órganos y la opresión del comunismo.

No se puede hablar de estas cuestiones en abstracto. El tema especifico que tratamos, el asesinato de practicantes de Falun Gong por sus órganos, tuvo la ventaja de darnos a nosotros y a nuestra audiencia el manejo concreto de grandes cuestiones a través de ejemplos y hemos proporcionado uno.

Aunque nuestra intención era especifica y práctica, para poner fin a un abuso identificado, una consecuencia fue la educación en derechos humanos, tanto para nosotros como para nuestra audiencia en estas cuestiones más amplias. Los problemas más grandes son más de fondo. Resolver la general resuelve también la específica. Fin de la opresión comunista, la reeducación en campos de trabajo, la intolerancia religiosa o el abuso de trasplantes de órganos, luego el asesinato de practicantes de Falun Gong por sus órganos se detendría. Con el fin de luchar contra un abuso concreto, nos convertimos en defensores del respeto de las normas generales.

¿Son los practicantes de Falun Gong asesinados por sus órganos? Esa fue nuestra conclusión, y sería creo la suya también, si se toma el tiempo de leer nuestro trabajo y verifica nuestras fuentes.

Sin embargo, no es necesario estar de acuerdo con nuestra conclusión para poner remedio a los abusos. El abuso se detendría si el gobierno chino respeta los principios generales de derechos humanos; que el gobierno tolere las creencias espirituales que no puede controlar, si cierra la reeducación en los campos de trabajos, si deja de abastecer de órganos de los presos.

El Partido/Estado niega que sus hospitales sean fuente de órganos de presos de Falun Gong, pero reconoce que se abastece de órganos de los presos; los condenados a muerte y luego ejecutados. Además, reconoce que el abastecimiento de órganos de los presos está mal y finalmente, cesarán.

Si los hospitales chinos dejan de abastecerse de órganos de los presos, tendría que dejar de hacerlo de los presos de Falun Gong. El abuso desaparecería sin la necesidad de resolver nuestro desacuerdo con el gobierno chino, si los hospitales chinos son fuente de órganos de presos de Falun Gong.

Si el Partido/Estado dejara de matar a practicantes de Falun Gong por sus órganos, pero continúa con la fuente de órganos de los presos condenados a muerte, para mantener la persecución a Falun Gong y seguir operando la reeducación en los campos de trabajos, la atrocidad que identificamos cesaría; pero la solución estaría lejos de ser la ideal. Seguir la solución óptima para nosotros significa la realización de una amplia campaña de derechos humanos.

Ni David Kilgour ni yo practicamos Falun Gong. Nunca nos hemos reunido o comunicado con el líder espiritual de Falun Gong, Li Hongzhi. Ninguno de los dos es de origen chino. Ninguno de nosotros tiene familiares chinos a través del matrimonio o adopción. A veces nos preguntan por qué acumulamos tantos problemas por luchar contra la persecución de un grupo, con el que no tenemos ninguna conexión personal.

Hay al menos dos respuestas. Una es la naturaleza de la represión. Aplaudo a Gao Zhisheng, un ciudadano chino en China que no es practicante de Falun Gong, pero que ha protestado enérgicamente contra la persecución a Falun Gong. Sin embargo, no es realista esperar que un chino en China muestre el valor que Gao Zhisheng ha mostrado. Ha sido golpeado, torturado, desaparecido, y su bufete de abogado cerrado en represalia contra sus protestas.

En una democracia, a cada gobierno le importa lo que sus nacionales piensan; si los ciudadanos no aprueban el gobierno, lo derrotan en las próximas elecciones. Los gobiernos democráticos dan poca importancia a lo que piensan los extranjeros, los extranjeros no votan y no pueden cambiar gobiernos.

En una tiranía, es lo contrario. Los gobiernos pueden ignorar las actitudes de sus ciudadanos. Si alguien no está de acuerdo de una manera enérgica, como lo hizo Gao Zhisheng, lo lanzan a la cárcel. No se puede abusar de esta manera de los extranjeros. Los tiranos dependen de su estatus internacional, la tolerancia de los extranjeros da legitimidad a su opresión. La única realista y más efectiva oposición a la tiranía se encuentra en el extranjero.

David Kilgour, que vive en Ottawa y yo que vivo en Winnipeg, podemos con algunos riesgos al enfrentar al gobierno chino. Pero no es nada como el riesgo que ha enfrentado Gao Zhisheng, el que otros nacionales enfrentan en China. Podemos desafiar al gobierno chino desde una posición de relativa seguridad.

Podemos y debemos, aprovechar nuestra lejanía, que en comparación es mucho más segura que la de los ciudadanos chinos que desafían la opresión del Partido Comunista Chino. Después de que Gao Zhisheng nos dio un brillante ejemplo de valor, para nosotros que estamos más seguros, hacer nada por miedo de nuestra seguridad, hubiera sido muy tímido.

Una segunda respuesta, es la naturaleza misma de los derechos humanos. Soy activo en la lucha contra las violaciones de los derechos humanos de los practicantes de Falun Gong, no porque sea practicante ni chino, sino porque no soy ni practicante ni chino.

Defender los derechos humanos significa romper las barreras del idioma, la cultura, la geografía y la religión para afirmar nuestra humanidad común. Crímenes de lesa humanidad son delitos contra todos nosotros debido a la humanidad que compartimos. La lucha contra violaciones infligidas a personas con las que no se tiene nada en común excepto nuestra humanidad lleva el punto inicial de la humanidad común.

David Matas es abogado internacional de derechos humanos con sede en Manitoba, Canadá y estuvo nominado al Premio Nobel de la Paz 2010 por este trabajo de investigación


Sobre esta noticia

Autor:
Lucia Aragón (1263 noticias)
Fuente:
deorienteaoccidente.wordpress.com
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Tipo:
Reportaje
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