Violeta Morínigo*

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Nadie es capaz de saber hasta dónde puede llegar la voluntad de vivir de un ser humano hasta que se enfrenta a la muerte y lo ocurrido con Salvador Cabañas es un claro ejemplo de ello. Pocos habrán sobrevivido a un disparo en la cabeza y despertaron reconociendo a sus familiares y hasta pidiendo "comer" un asado como dicen que lo hizo él.

Ahora que nuestro "diez" está mejor y las esperanzas de vida son más que lo contrario, me permito algunas reflexiones respecto a lo ocurrido.

La vida de un futbolista es sumamente corta y no lo digo porque puedan morir, sino porque deportivamente hablando, una lesión lo puede dejar fuera de la cancha o bajar su cotización por lo que técnicamente estaría acabado. Entonces, debe cuidarse en todo sentido: no fumar, no tomar, no trasnochar, lo que a nosotros simples mortales, todo médico nos aconseja cuando vamos a consulta.

Lamentablemente cuando uno está en la cima de su carrera y la gente lo trata como a un Dios, ellos se enceguecen. Le ocurrió a Maradona en su momento, no pudo con el peso de la fama, el dinero y cayó en las garras de la droga y el descontrol llegando incluso al borde de la muerte.

¿Por qué los jugadores apenas terminan los partidos domingueros van a "farrear"? Es cierto, tienen derecho a divertirse pero deben cuidar eso que les da de comer que es precisamente ...su físico y no me van a salir con la historia de que entre baile y baile no hay alcohol de por medio.

Un finísimo hilo separa la vida privada de la vida pública de una persona conocida y son ejemplo a seguir dentro y fuera de su ámbito sea este futbolístico o de otro tipo por lo que salvaguardar su imagen es importante.

Nada en absoluto justifica la violencia ni el atentar contra la vida de una persona, pero siempre hay que hacer lo posible para minimizar los riesgos.

Aquí, en este nuestro pequeño mundillo llamado país, es hasta si se quiere normal ver a los jugadores ingiriendo bebidas espirituosas y fumando que es igual o peor, en compañía de alguna "pulposa" amiga ávida de "pescar" a tan ingenuo sponsor que le pueda dar cartel, cambiar el auto, pagar el alquiler o la cuenta de la tarjeta de crédito.

Ya la prensa farandulera nos habló sobradamente de las andanzas de estos nuestros ídolos criollos envueltos en líos de polleras. Lazaga y el Mono Britez por ejemplo, tristemente célebres por este tipo de discusiones bizantinas... en fin...soy una fiel creyente de... "que por algo suceden las cosas" y que debemos aprender de las experiencias ya sean positivas o negativas. En este caso el cielo va a esperar...una historia con final feliz que anhelamos no se vuelva a repetir.