La apacible mañana en el Aeropuerto INTERNACIONAL Silvio Pettirossi "de Asunción", que irónicamente se sitúa en la Ciudad de Luque se vio sacudida por la embestida de unos inquietos roedores, que no eran precisamente familiares de Stuart Little. Salieron a tomar un poco de aire fresco por los pasillos del comedor del lugar, el fin de semana. De más esta describir el revuelo que causaron, pero, lo más lamentable fue enterarme de que estos "paseítos" por el vecindario son tan comunes, que a esta altura del campeonato los funcionarios ya los ven como mascotas o parte del paisaje urbano local.

A quienes no les resultó para nada agradable la presencia de estos " excursionistas" fue a los pasajeros sobre todo porque, en tamaño superaban fácilmente a los famélicos gatos que deambulan por el aeropuerto, y hay pruebas de ello, un video tomado por el acompañante de un pasajero, donde se puede observar este "atropello a la naturaleza felina" ¿¡donde se ha visto que un gato corra de un ratón salvo que sea en algún capítulo de Tom y Jerry!?

Lo preocupante, es que el shopping elegido por estos animales para sus ocasionales tertulias es el comedor del aeropuerto violando todo principio de salubridad.

Por si todo fuera poco los parientes de Spider man también suelen hacer sus apariciones cada tanto por el lugar con la diferencia que no son precisamente del tamaño de los que tejen sus tela arañas en las esquinas de nuestras casas, son más bien de la familia de las peludas que tienen el tamaño de una tarántula.

Esta situación es quizás solo un puntito en la inmensa geografía de dificultades que soporta esta estación aérea, pero no deja de ser importante porque atenta contra la imagen de nuestro país. Otra cosa que me contaron, no hace mucho el acondicionador de aire central se estropeó y llevó semanas repararlo, conste que hace solo un año fue adquirido por un millonario y nada despreciable monto. Los pasajeros, funcionarios y concesionarios, debieron sortear el calor con vetustos ventiladores que más que soplar producían sordera momentánea.

Para rematar, otra aventura en esta particular jungla urbana es utilizar el ascensor...y no les doy tanto detalle porque ya me da vergüenza ajena, les recomiendo mejor tomar como un desafío experimentar este paseo total, son solo dos pisos.

Por cierto tras la invasión de moscas que en tamaño nada tenían que envidiar a los helicópteros, las reiteradas quejas de los pasajeros y las publicaciones en los medios de comunicación, las autoridades dicen que van a contratar una empresa fumigadora...algo es algo.

¿Qué esta pasando realmente? ¿ Por qué nadie hace nada? Dicen...las malas lenguas que no fueron comidas por los RATONES...que el Presidente del Aeropuerto, Ceferino Farías tiene un kavaju parejero color azul que corre veloz...por el Llano....por eso sigue atornillado a su silla.