Mercedes Olivera

Cuando se supo que en este 2010, se iba a formar el Consejo Nacional de Radiodifusión, que estaba establecido por la Ley 642 desde el año 1995, algunos corrieron agrupándose solidariamente ante la idea de que en las pascuas que se venían, a alguien se le ocurriera en CONATEL empezar a convocar a los designados para que opinen. Sobre todo, porque por primera vez el sagrado equilibrio del establishment podría terminar en una rotura de...huevos. Ahora hay una representante de los trabajadores entre ellos.

Se sabe que Daniela Candia puede ser avasallada por diversas circunstancias, pero también que contará con el apoyo – aunque sea moral- de quienes hace rato venimos clamando por algunas modificaciones en la Reglamentación, la 143/98, cuyos cambios entran en la órbita de este consejo. No es mucho lo que pedimos. Que quede aclarado que existe oligopolio, quiénes y cómo lo propiciaron, que se estipulen cuotas de programación nacional por franjas horarias, se fije el horario de protección al menor con sanciones severas para los incumplimientos y se limiten los SMS a un porcentaje dentro del tiempo de emisión. Si estos requerimientos, sanos por otra parte para la sociedad y la industria televisiva se cumplen dentro de este año, habremos dado un gran paso hacia la recuperación del espectro radioeléctrico como un bien social.

Y que los trasnochados de siempre, no empiecen a chillar que se propone coartar la libertad de prensa porque nadie está hablando de indicarles que contenidos producir o censurarlos. "Hablen digan lo que quieran....", como suele exclamar Humberto Rubín. Eso si, lo harán en los horarios más nobles que en vez de estar destinados a las latas que no opinan, ni informan, ni entretienen dando espacio a los valores locales, se verán reducidas en cantidad. Ni siquiera desaparecerán, dentro de la Ley Colombiana que siempre tomamos como ejemplo la programación se distribuye así, Nacional: 70% en horario central, 50% laterales centrales, 30% en los laterales. Libre: de 0:00 a 10:00 de la mañana. En el futuro veremos si CONATEL actúa como corresponde dando prioridad a los intereses del estado, la canasta con la que está obligado, o si continúa beneficiando con su desidia a un puñado de individuos, la canasta que hasta ahora ha demostrado preferir . ¡Felices Pascuas!