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El nuevo fenómeno de la televisión
El responsable de su producción es Craig Mazin para HBO y Sky Atlantic, la serie consta de 5 capítulos.
El desastre nuclear de Chernóbil fuera la auténtica causa de la caída de la Unión Soviética". La frase le corresponde a Mijaíl Gorvachov, líder supremo de la URSS desde 1985 hasta su desintegración en 1991. La frase demuestra la magnitud de esta catástrofe que el gobierno trato de ocultar a nivel nacional e internacional. Las causas fueron más políticas que científicas.
La crítica ya ha etiquetado como la serie del año, pero por encima de todo destaca ese relato dramático que incide en los peligros de las mentiras a nivel gubernamental, más si se desarrollan en la Guerra Fría.
El 26 de abril de 1986, se produjo la explosión del reactor número 4 de la central durante unas pruebas de seguridad no se hubiese producido si no llega a mediar un error humano. La URSS, utilizo el método, más fácil que fue culpar a otros y repartir responsabilidades, en vez de asumir que nunca doto a sus centrales nucleares de una buena logística.
La verdad suele salir de diferentes formas y personas que no tienen miedo de a difundirlas. Un gran ejemplo fue Valeri Legásov, el científico nuclear que dejó grabado en una serie de cintas lo que realmente sucedió en Chernóbil, justo antes de suicidarse en el segundo aniversario de la explosión. Su personaje, al que el actor Jared Harris le pega un homenaje digno de galardón, dice sobre esa moralidad entre el supuesto bien común y la necesidad de destapar la verdad: "Ser científico es ser ingenuo. Estamos tan centrados en saber la verdad que no consideramos la poca gente que quiere que la descubramos. Pero siempre está ahí, la veamos o no, elijamos verla o no. A la verdad le da igual lo que queramos. Le da igual nuestro gobierno, nuestra ideología, nuestra religión. Esperará eternamente. Y este, al final, es el regalo de Chernóbil. Antes temía el precio de la verdad, ahora solo pregunto: ¿cuál es el precio de las mentiras?".
Aquel que dijo Gorvachov: la caída de la Unión Soviética. Esa es la catástrofe social, el derrumbe del gigante socialista; pero hay otra "cósmica", como señala la Nobel Svetlana Aleksiévich en Voces de Chernóbil: "De Chernóbil querríamos olvidarnos, porque ante él nuestra conciencia capitula. El mundo de nuestras convicciones y valores ha saltado por los aires".
Craig Mazin y el director Johan Renck solo han necesitado cinco capítulos para narrar el terror y la indignación de todas las personas que sufrieron en carne propia esta catástrofe y a nivel mundial ver como de una forma tan descarada ocultaban la verdad. Solamente escuchar la frase "la radiación está controlada, no hay riesgo".
La serie muestra información y imágenes reales, que le sirve a humanidad recordar que esta tragedia ocurrió hace muchos años, pero puede volver ocurrir. Después de saber los motivos de la explosión del reactor nuclear, las consecuencias que todavía está pagando el ecosistema, las vidas humanas que se perdieron, es horrible la versión oficial, desde 1986, que Chernóbil solo les costó la vida a 31 personas. El balance real de las víctimas oscila entre las 4.000 y las 93.00 personas.
Chernobyl es la historia de una catástrofe y su explicación científica, como un recuerdo a todas las personas que dieron su vida, para controlar los efectos de la radiación; las víctimas inocentes como: las mujeres de localidad de Prípiat que dieron a luz a sus bebés muertos, la anciana que se negó a abandonar su casa porque tras resistir a la Revolución de Octubre y la invasión nazi, un "enemigo invisible" no puede ser peor; a los militares que les encomendaron matar a todos los animales.
La serie, es número uno en puntuación en la lista de IMDb, por delante de Breaking Bad, The Wire, Los Soprano o Juegos de Tronos.
En Chernóbil, es el ejemplo que existen los héroes anónimos que buscan de ayudar y villanos que son personas sin escrúpulos y que no tienen humanidad.