Lita Pérez Cáceres

liperka@yahoo.es

El saber va contigo

Creo que el rating de este programa de Humberto es total y hasta puede permitirse el lujo de mirar con ojos arrobados a la hermosa Miss que cantó el domingo pasado. Gloria, perro que ladra no muerde. Una sola crítica voy a hacer, en algunos temas las preguntas son requete fáciles y en otros, como las que acostumbra hacer Khön son muy difíciles. Sería bueno que hubiera algún coordinador que exigiera un mismo nivel a los preguntadores. Esa dificultad tendría que ir in crescendo a medida que cada equipo vaya superando dificultades. El padre Mernes no pregunta sobre historia de la religión sino sobre la fe y no es justo eso.

El Mundial

Por suerte hemos superado el primer partido y la hinchada está eufórica, pero me permito preguntar lo siguiente, si el mundo es una pelota ¿Se ha convertido en una obligación que las mujeres aparezcan en bolas en algunos medios gráficos? ¿No distraerán nuestros sufridos soldados del balón, la visión de esas redondeces duras y enhiestas? ¿Será capaces de seguir entrenándose castamente? ¿Qué dirán las esposas que acompañaron a la selección? Por último ¿Llegan Crónica y Popular hasta Sudáfrica?

El culebrón nacional

Por si algún paraguayo sin tele, sin tierra y sin rollo, desee entretenerse durante este mes mundialístico le recomendamos que escuche por radio las idas y venidas del pleito entablado por Damiana Hortensia Morán contra el presidente Lugo, el prolífico, que será recordado como UN PADRE de la patria. Cada capítulo es más interesante que el anterior y las intimidades que va ventilando su ex pareja hacen las delicias de la oposición y de todo el pueblo. A todos nos gusta saber que él la levantó en sus brazos, como un recién casado. Y que fina excusa para no pagar limpiadora, decirle a ella que no quería que nadie más entrara al nidito de amor. Eso demuestra que Lugui no es un derrochón, al contrario, es muy ahorrativo. Como dijo un conductor de radio, a todas las que le lavaban la ropa él les hacía el amor (utilizó términos irreproducibles). Y entre tantos lío de faldas apenas le queda tiempo para gobernar. ¡Chúlina!