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¿Somos realmente, o no somos? Nadie puede explicar nuestra presencia en la tierra, ni las religiones, y ni siquiera las teorías científicas más descabelladas. Tal ves seamos el sueño de Dios, o la sombra proyectada del sueño de seres poderosísimos que aún no son, pero que sin embargo mueven los hilo
EXISTIMOS DE PURA CASUALIDAD
¿Somos realmente, o no somos? Nadie puede explicar nuestra presencia en la tierra, ni las religiones, y ni siquiera las teorías científicas más descabelladas. Tal ves seamos el sueño de Dios, o la sombra proyectada del sueño de seres poderosísimos que aún no son, pero que sin embargo mueven los hilos de nuestro destino. Entreténgase leyendo las más disparatada de las explicaciones de nuestra presencia en el universo.
Según la religiosidad, el universo fue creado por Dios, pero la religiosidad no puede explicar cómo y cuándo se creo Dios. El supremo hacedor fue desde antes de todos los tiempos, es decir, antes de si mismo. Dios no tiene principio ni fin: fue desde siempre, y lo será por toda la eternidad.
La explicación científica (teórica) de la creación del universo, según los científicos, es que, el cosmos fue creado a partir de la Gran Explosión (Big Bang- hace 15.000 millones de años), poderosa energía que dio el origen a las galaxias, soles, estrellas, planetas, agujeros negros, etc. Lo que no esta en claro, es que o quien, generó esa energía que dio paso a la formación del universo. Nada, ni siquiera Dios, pudo haber existido de la nada.
Si analizáramos la siguiente frase, palabra, por palabra, descubriríamos que NADA, es el comienzo de todo. La NADA, ya era nada cuando Dios fue; es decir, Dios se creo de la NADA. Nada puede ser y no ser, sin embargo somos creación de la NADA, porque de ahí Dios fue, y luego fuimos nosotros, porque Dios así lo quiso.
La contradicción lógica de nuestra existencia no puede ser explicada por religiones, ni por teorías científicas, que siempre muestran la realidad desde la óptica de sus respectivas actividades. La razón de nuestra existencia sólo puede ser entendida por nosotros mismos, por nuestra propia filosofía de vida. Jugar con las palabras es entretenido, y a veces se descubren teorías locas, que quizás sean las verdaderas causales de nuestra existencia en el mundo.
DIOS, CREADOR DE TODO EL UNIVERSO
Partamos de la realidad religiosa de que Dios, fue el creador del universo. Nadie puede dudar del poder de Dios. Dios fue desde el comienzo de los tiempos que no tienen principio (contradicción 1).
Para que algo tenga principio, debió existir algo antes de todo, y así sucesivamente. Dios quiso ser y fue; pero, ¿Qué existía antes que Dios haya querido ser?, (contradicción 2). Digamos que la NADA ya era en su propia esencia de nada (contradicción 3). Si aceptamos esto, Dios no fue antes de ser, sino que fue luego que la NADA fuese de la NADA, que nada era, antes de ser NADA, y que luego fue NADA, para ser Dios y así existir.
EL BIG BANG Los científicos expresan que el universo fue creado por una inmensa explosión que creó todo el universo, hace unos 15.000 millones de años (claro que ningún humano estuvo ahí para comprobarlo). Esa explosión fue debido a la acumulación de poderosas fuentes de energía, que debieron crearse de alguna forma, manera, razón o circunstancia: la incógnita que los científicos no se detienen a pensar, o que no pueden explicar. Alguna fuente de energía alterna ya existía antes que todo, ¿cómo se creó esa masa energética que estalló, y así dio vida al cosmos?, (contradicción 4).
NADA ES CLARO
Hasta el momento tenemos un gran embrollo. La NADA creó a Dios, pero sin embargo Dios fue el creador de todo el universo. La NADA, ya era NADA, cuando Dios ya era Dios, antes que ambos sean NADA y Dios respectivamente. La gran explosión dio origen al cosmos, pero esa masa de energía ya existía antes de explotar, o fue creada de la nada, así por que si, de la NADA, que NADA era, antes de ser NADA y que dio origen a todo el infinito universo.
El poder de Dios no tiene explicación, simplemente es, y punto, sin embargo al crear Dios al hombre a su imagen y semejanza, quiso que pensáramos. Nuestro pensamiento no puede comprender la esencia de Dios, porque Dios limitó nuestra forma de pensar, para que no podamos descubrir el origen de Dios, que todo lo es.
Que nos baste saber que somos, sin saber como fuimos creados por Dios, que se creo de la NADA, porque quiso que fuéramos, antes que Dios pensase en que fuéramos lo que somos.
NO EXISTE LO QUE EXISTE
“Qué es la NADA, sino la máxima creación de Dios”. La siguiente frase demuestra la limitación de nuestro pensamiento, en sentido que no puede concebir que algo haya surgido de la nada, que lo es todo sin serlo.
Existimos porque antes no fuimos nada, pero sin embargo la NADA existe sin haber sido nada antes. La mente del hombre choca contra la barrera invisible denominada “tiempo y espacio”; mientras uno no existe, el otro es en demasía.
El tiempo fue creado por el hombre, para marcar su paso por el espacio existente en la nada del cosmos. Las contradicciones sobre la esencia del ser humano en el mundo son tantas, como las estrellas que titilan en el manto negro de la noche. Si afirmamos que nada puede crearse de la nada, y tenemos la presencia de Dios, tropezamos con la primera de las contradicciones, Dios se creó así de la nada.
El conformismo del humano queda demostrado cuando se siente satisfecho con saber que es, sin siquiera imaginarse como fue en realidad. Apoyémonos en la teoría de que Dios fue y listo, pero, ¿Qué fue antes de eso?, un inmenso vacío sin fronteras, quizás; que sin ser nada fue el comienzo de la existencia de Dios mismo.
Si pudiéramos comprender que el espacio vacío siempre fue, es decir, existe sin existir, descubrimos la segunda contradicción, no existe lo que existe. ¿Pero, cómo puede algo existir sin ser?, fácil, no siendo lo que se es.
El reflejo en el espejo no existe, y si así fuere, es en otra dimensión, lo que la imagen verdadera es en el plano visual del reflactor.
La NADA es la proyección de si misma, es decir, un reflejo incorpóreo, inalienable a su esencia misma. La NADA es inteligencia pura sin cuerpo. La inteligencia no puede ser vista, pero sin embargo existe, esta en nosotros.
Todo lo que existe sin tener materia es y no es. La NADA se percibe sin ser vista, porque es lo que vemos sin verla, es el espacio por el que nos movemos. Los objetos que percibimos ocupan un lugar en el espacio, pero no en la nada.
La distancia invisible antes de percibir el objeto es la esencia de Dios. Para entender esto, basta con mirar un astro distante en la noche, nuestra vista llega al astro porque existe un vacío (nada) en su trayecto, o sea la NADA; esa distancia es la misma a cualquier objeto que diste a 10 centímetros, o a 10 años luz. Lo que no existe no tiene distancia, lo que existe tiene limitación para alcanzarlo en nuestra mente y ojos.
Lo que vemos existe en nuestros ojos y no en nosotros (la mente es el ojo de los ojos), como tampoco la mente percibiría si los ojos no viesen lo que la mente ve. La ceguera puede ser comparada con la nada; no ve, pero sin embargo es, pero si es, y no ve, porque no existe, siendo que la nada es sin ser. Los que vemos, somos los realmente ciegos, porque no podemos percibir la nada; en cambio los ciegos no ven, pero ven a la nada en lo que es, NEGRO, que es el color que nuestra inteligencia reconoce como fracaso, como ausencia del todo, y la ausencia del todo es Dios, y la NADA es Dios, que todo lo es.
CARLOS ALBERTO PLANAS ORTIZ