"Rubia soy, rubia sooooooy, no puedo teñirme maaaaas", cantaba Liz con la musiquilla de Fronzen. Me parto.

Mandan a Liz a la sala de expulsión. Pues no, al confe, donde está Laura.

"Ojo con lo que nos van a poner", dice Laura.

Y empiezan los vídeos con el tema de los gusanos de Liz. "¿Sabes quién se muere con los gusanos? Liz", dijo Laura, que luego fue diciendo que ella no sabía que Liz tenía fobia a los gusanos.

"No tengo ese odio en el corazón que tienes tú", le dijo en una bronca Liz a Laura.

En el hueco que hay entre las dos

"Lo que has visto te lo esperabas...", le dice Laura a Liz y ésta contesta "me esperaba más". Laura se ha quedado como jodidilla, en plan, joder, no me he esforzado lo suficiente en ser desagradable...

"Sé que te he echo daño, lo siento", dice ahora Laura. Y las dos se ponen a tener la misma conversación que en los vídeos, para que no nos aburramos. Ahora que nos cuenten cómo acaba la Biblia para que haya emoción.

Se cierran los teléfonos. Chan-chaaaaaaaaaaaan. Se cierran los teléfonos... deben ser móviles antiguos de esos de concha. Cualquiera cierra un One Touch Easy.

"Os preguntaréis por qué sois dos", dice Jordi. En ambas salas se están cagando la pata abajo.

Y A LA CALLE... ¡¡LIZ!!

Bueno, era lo esperado, la verdad.

Una pregunta, ¿exactamente a qué aspira en la vida la gente que va al plató a decir uuuuuuuh, uuuuuuuuuuuuuuh?

El Pequeño Nicolás dice ahora que si Laura se ha quedado porque en Sálvame le han hecho una campaña para que se quede.

"La audiencia es intuitiva, inteligente y entiende de televisión", dice Jordi González. Ja ja ja. Sí, sabe tanto de televisión que Gyn Toni aún se emite.

CARLOS VUELVE A LA CASA

La alegría en Rosa Benito y Raquel Bollo va a desbordarse.

El súper conecta con Carlos y Rappel y les manda a la casa, ellos no se lo creen. El súper casi les tiene que hacer un certificado ante notario de que están salvados para que accedan a salir de la sala.

Rappel y Carlos se abran como si acabaran de salir de un restaurante asturiano y hubieran agotado las reservas de sidra. Están en la fase de exaltación de la amistad.

JA JA JA JA

Rosa Benito se levanta. Ve que viene Carlos y se vuelve a sentar con cara de pensar que había acabado de cagar y darse cuenta de que aún le quedaba un mojón dentro.

Toca regreso de Laura. Ahora habrá alegrones entre los tristes. Eso está bien, porque es como las Perseidas, se ven sólo una vez al año. Efectivamente, Rosa Benito está alegre. No sabemos si Julián Contreras también, porque tiene la cara como la de Donatella Versace, carece de gestos.

A Sema está a punto de darle un parraque del disgusto porque era el más amigo de Liz. Julián le consuela como si estuviera acariciando a un perro.

Vídeo de Sema. Madre del amor hermoso. Imágenes de la fiesta y de Sema durmiendo en el pasillo después, a lo indigente con un cartón de Don Simón. Su forma de comer pollo con ketchup después haría vomitar a una cabra.

Y claro, que Sema se lo pasara bien y descontrolara le molestó a los tristes, véase Julián Contreras, Rosa Benito y Rappel, que le abroncaron. Para esta gente cualquiera que desfase más que una vieja saliendo de misa merece un reproche.

Jordi conecta con la casa: Les dice que todo el mundo está sorprendido de que nunca encuentren razones para nominar. Y claro, que ya saben como funcionan las nominaciones como para no estar preparados y saber a quién y por qué se nomina. Así que les dice que pueden elegir entre nominar todos a la cara o dejar que nomine el público.

La que defiende a muerte que nominen los de la casa es Laura. Claro, sabe que si nominan en la casa sale Carlos y si nomina el público no lo pueden controlar.

"Los que vivimos aquí somos nosotros", dice Laura, con una soberbia del tamaño del culo de Kim Kardashian. "Pero el público es el que paga esto", le responde Alejandro. Alejandro 1- Laura 0.

¿Y a que no sabéis qué? Una regla es que para que nomine el público es que todos deben estar de acuerdo por unanimidad, así que Laura les dice "lo siento mucho por vosotros" y veta la posibilidad de que nomine el público.

Laura es muy de democracia. Si por ella fuera, en las elecciones sólo votarían los diputados. Y eso sólo si los diputados de su grupo fueran mayoría. Que es lo que pasa ahora, que Laura sabe que los tristes son más y se garantiza las nominaciones para sus enemigos.

Regresamos a la casa. Aún no lo tienen claro. Al final es Raquel Bollo la que intenta decir que no, que se nomine en la casa, pero se oye de fondo al público abucheandola y cambia de discurso sobre la marcha, JA JA JA JA.

Se ha hecho tanta caca que parece una máquina de abonar maizales.

Y Rosa Benito se sube al carro de la forma más oportunista y le lame un poco la nalga al público, diciendo que sí, que debe ser el público, que tiene derecho... ja ja ja. Madre del amor hermoso, esta mujer pelotea más que Rafa Nadal calentando para un partido.

Vemos a Rappel diciéndole a Charlotte que si quiere ser trending topic tiene que dejarle que le lea los pezones. Como argumento dice que se los leyó dos veces a Cicciolina y que salieron en la prensa en Italia.

Sí, claro. Si es por el bien de la ciencia, que Rappel no quiere verle las tetas, quiere desentrañar los misterios de los algoritmos de Twitter.

Vemos los días de huéspedes:

Belén Esteban echando la culpa de sus problemas con Hacienda a su exrepresentante. Una vez Belén Esteban cuando tenía 10 años se hizo daño en las rodillas porque se cayó mientras corría. La culpa fue de Toño Sanchís. Los resfriados que se ha pillado en los últimos 40 años: Toño Sanchís. Que las mujeres tengan la regla: Toño.

VAMOS A CAMBIAR DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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