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Pocos personajes representan de manera tan emblemática al gobierno de Fernando Lugo, como el ex quinielero arzobispal Jorge Escobar
Dijo Heine que si un delito no se convierte en escándalo no existe para la sociedad. En Paraguay, sin embargo, ni siquiera el escándalo garantiza que algún delito tenga alguna pertinencia para la abúlica opinión pública.
En una de sus tantas oportunas divulgaciones, el comunicador Julio César “Vaca” Troche difundió a través de las redes sociales un video sobre los negociados en las sombras perpetrados al amparo del gobierno del cura Fernando Lugo.
A través de ese material, gran parte de la sociedad paraguaya pudo apreciar el grotesco derroche del que hacen gala los compañeros de juerga de “Vike” Araújo como Marcos Fariña, según todos los indicios acopiados por Mabel Rehnfeldt, testaferro del ganadero de las sandalias Fernando Lugo.
Precisamente Marcos Fariña, a quien el gobierno arzobispal encargó la adulteración de las pruebas de ADN en el juicio por paternidad irresponsable que entabló Hortensia Morán y que sigue en curso, fue responsable de introducir en los círculos áulicos del poder a Jorge Escobar, por quien la misma Zuny Castiñeira se jactó de hacer “lobby”.
Escobar pronto escaló posiciones hasta convertirse en cabeza visible de la empresa adjudicada por la quiniela arzobispal, a través de Mepshow, y en figura de la farándula luguista con sus excentricidades como viajar permanentemente en lujosas limusinas por cuenta del canon que jamás pagó. Ver más en enlace: