¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Dreyfusard escriba una noticia?
Confiscar automóviles de poderosos como lo hacía el jefe de policía caminera del cura Fernando Lugo, incluso ha precipitado un golpe de estado en el Paraguay
El “trágico” final del Jefe Caminero Arzobispal Eduardo Petta, quien perdió finalmente su zoquete a través de una maniobra combinada de sindicalistas del Ministerio de Obras y los parlamentarios a los cuales humilló despojándolos de sus automotores con la prepotencia propia de un viejo amigo de correrías del cura presidente, fue el tema obligado de la dolida prensa amiga esta semana.
Aunque la prensa acostumbra presentar al personaje como un “implacable” y pundonoroso perseguidor de infractores, apenas caído en desgracia salió a la luz contratación irregular de ciertas amantes ordenadas por Petta. Perdiendo la pose, el cuestionado jefe caminero defendió los nombramientos y afirmó a la prensa que su novia no renunciará a su zoquete en el MOPC.
Al parecer, el caído zoquetero de las multas mediáticas ignoró los peligros del terreno que pisaba en un país donde despojar de automóvil a un poderoso ya costó un golpe de estado en agosto de 1937. La historia, maestra de la vida, nos señala una vez más que perder un cargo –aunque sea de presidente de la república- por confiscar automotores no es una novedad en la tormentosa historia política paraguaya. Ver enlace:
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/76884/lugo-y-petta-mi-reino-por-un-automovil