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Fernando Lugo no sólo ha mantenido el status quo de la propiedad de la tierra en Paraguay, sino que ha sumido a las reivindicaciones sociales en el marasmo con su inoperancia
Dijo Christian Friedrich Hebbel que una promesa es una letra de cambio que giramos contra nuestro porvenir, y en el caso de las promesas del cura Fernando Lugo, puede decirse sin ambigüedades que los campesinos paraguayos perdieron su futuro en la hipoteca.
Aunque sus propagandistas y adulones no terminen de aceptarlo, lo cierto es que Fernando Lugo no ha llevado adelante un milímetro la prometida reforma agraria en Paraguay. Mas bien, se ha dedicado a disfrutar de su cargo viajando por el mundo en primera clase y a complacer a los oligarcas a los cuales se hipotecó. Quienes confiaron en el fantoche solo encontraron la muerte en las balas asesinas pagadas por la embajada norteamericana que usó contra ellos el falso izquierdista Fernando Lugo.
Es lo que expresa de manera elocuente el PT de Paraguay en un comunicado de “apoyo a la lucha de los carperos”, donde afirma que “Los sucesivos gobiernos colorados y el actual de Lugo/PLRA han alentado, protegido y profundizado esta distribución de tierras. En los últimos 10 años se incentivó el cultivo extensivo en régimen de monocultivo de la soja que ha desplazado a comunidades campesinas y su forma de producción, aumentando la concentración de tierras e incrementando trágicamente la cantidad de campesinos sin tierra”.
Según estas fuentes, “La estructura agraria sostiene injustamente que el 1% de los propietarios concentre el 77% del total de las explotaciones agropecuarias del país. En el otro extremo, el 37% de los minifundiarios, aquellos que tienen superficies menores a 1 hectárea hasta 5 hectáreas, tienen en su poder solo el 1% de las explotaciones agropecuarias.
Por otra parte, según datos oficiales son tierras mal habidas 7 millones 800 mil hectáreas de las 12 millones entregadas en el marco de la reforma agraria entre 1953 al 2003, que representan el 64, 1% de las tierras adjudicadas y el 19, 3% de la superficie del Paraguay”.
El gobierno de Lugo ha demostrado que es incapaz de poner en práctica una reforma agraria debido sobre todo a sus compromisos con la oligarquía y la prensa ultraderechista que le marca la agenda, aunque algunos fracasados maquilladores de esta realidad palpable pretendan seguir con la farsa del “marxista y bolivariano obispo de los pobres” con argumentos que insultan la inteligencia del respetable público. Es que nadie promete tanto como quien no va a cumplir.
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http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/74072/la-incumplida-promesa-de-la-reforma-agraria