Déjame hablar por unos instantes del caos que ocasionaste,

concédeme la oportunidad de contar lo que ciertamente aconteció,

cuando hace tan solo un año, llegaste con tu descarado desplante.

Mis días eran calmos, mis noches sucumbían,

ante la tranquila compañía, de mis sueños y decretos,

que por aquellos lejanos momentos, preparaban inconscientes,

tu llegada inminente; torbellino inclemente,

desarmando sin piedad mi estructura decadente.

Mas no puedo negarlo…yo te pedía,

yo requería tu energía, amor y compañía.

Pero debes comprender vida mía, antes de ti era ermitaño,

amante del silencio, asceta confinado,

en las profundidades de aquel exilio voluntario,

ocasionado por el desengaño; de pasados poco afortunados.

Ciertamente al principio me colmaste, no podía acostumbrarme,  

a tu presencia asfixiante, demandas feministas,  

y consignas de revoluciones extremistas.

Pese a nuestras divergencias, y variadas controversias,

tu esencia me envolvía; avasalladora inteligencia,

que camuflaba de manera casi perfecta,

a la niña ingenua y vulnerable, que pedía a gritos contenidos,

solo un poco de cariño, amor correspondido,

confidente cotidiano, amigo y amante solidario,

de inviernos fríos y desolados.

Cuanto amor, cuanta dedicación,

semejante pasión, belleza exclusiva,  

lealtad hecha a la medida,  

complicidad a prueba de promesas diluidas,

me sacaron del letargo, entregando alegría y melodía,

a este nuevo ciclo de mi vida.

Y ahora con sugerente ironía,  

aprecio tus intentos de asfixia y rebeldía,  

contra mi autonomía; forma primitiva y sugerente,

de reclamar más espacio en mi vida,

amo tus intentos revolucionarios; muestra de convicción,

para tus creencias que anhelan un mundo mejor,  

me enorgullezco de las teorías de reivindicación,

que defiendes con devoción, y que piden respeto y filiación,  

a la mujer y su sagrado rol.

Quién diría…amo todo de ti, incluso tus defectos,

tus errores y aciertos, encuentros y desencuentros,

contradicciones que revelan, tus íntimos intentos,

por entender el contexto, de este nuevo momento,

el cual sorprende cada día, con esta inesperada sincronía,

que hace un año no existía, y que hoy nos llena de energía.

Mas no veas esto como una declaración de sumisión,

una cursi carta de amor, estéril promesa de eterna devoción,

o como una nueva etapa de esta relación,

aquello es ficción de aquellos que viven de proyección,

yo en cambio te declaro mi noble intención,

de seguir la diaria construcción, de esta energía llamada amor,

y que hoy por hoy, nos ilumina y encamina,

entre los escombros que dejaste, por el caos que ocasionaste,

cuando enseñaste como amarme y de paso me enamoraste.