¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Tv Paraguaya.com escriba una noticia?
"Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar". Winston Churchill
Comienzo citando a Churchill, aunque para este comentario también se aplica la célebre frase del fundador de la doctrina estoica en el período helenístico, Zenón de Citión, quien dijo "Tenemos dos orejas y una boca, justamente para escuchar más y hablar menos." Es uso y costumbre en Paraguay, que luego de que uno hable, el otro diga ¿hë?, con lo que el primero debe recomenzar la charla con la esperanza de ser atendido en la segunda vuelta. Según los expertos en todas las latitudes (hasta en donde no existe el paraguayísimo ¿hë?) una de las principales causas de divorcio es la falta de comunicación, que también trae problemas con los hijos.
En el plano periodístico la situación se complica aún más porque la información no llega o llega distorsionada, incluso molesta...porque da la impresión que el periodista no sabe acerca de lo que está informando. Es común en las conferencias de prensa que los representantes de la prensa formulen la misma pregunta varias veces...no dejando otra opción a la persona consultada que responder con un furibundo: como ya lo dije anteriormente...seguido de una mirada matadora que te advierte que no prestaste absolutamente atención a lo que estaba hablando.
El saber escuchar mejora la calidad de la conversación y de las preguntas que uno puede formular al entrevistado, llevando a dominar el arte de la repregunta, una fórmula importantísima para obtener la mayor información posible del interlocutor sin necesidad de discutir, una "nueva moda" que están imponiendo algunos presentadores de programas periodísticos.
La habilidad de "saber escuchar" hace a un "buen comunicador", tanto como saber hablar, proporcionando más autoridad e influencia que esta última, dicen los expertos. Si uno es buen profesional, pero no escucha corre el riesgo de comunicar en forma elocuente... cosas que no son del interés de los demás.
Lo que dice una persona es importante para ella, aunque no lo sea para nosotros. Al escuchar con atención, le estamos manifestando que valoramos lo que está diciendo. Esto, al tiempo de generar un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales, está contribuyendo para que nos traten con idéntico respeto y consideración.