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Soy una persona soñadora, una persona que ha trazado metas a corto, mediano y largo plazo. Como a todos se nos presentan obstáculos, pero de cada uno de ellos he aprendido y he sido un bendecido en mi vida. He estado rodeado de grandes profesionales de los cuales he aprendido mucho. Sigo soñando cada día.
Me considero un soñador.
Desde niño tuve pasión por el fútbol. En mi época el fútbol callejero era lo más especial que había. Llegar y compartir con tus vecinos, con tus familiares. Vivía a media cuadra de un parque y eso era impresionante el juego que desarrollábamos ahí.
En esos procesos entra una pasión por el arco y un gusto por ahogar el grito de gol. Un día vi un comercial de una escuela de fútbol y le pedí a mi papá que me llevara. No era reconocida, pero inicié como jugador.
En un partido de Liga. El arquero de nosotros dejó su carnet y me tocó tapar y ese día tapé dos penaltis y clasificamos a la siguiente ronda. Ese día fue una locura por completo. Aunque mi familia no es futbolera, siempre me han apoyado en este camino que he escogido.
Estaba trabajando en Santa Fe y tengo algunos pinitos con niñas arqueras y se presentó la posibilidad de estar en una Selección Bogotá Femenina y me siento a investigar sobre la preparación de la mujer futbolista. El primer día me llevé la sorpresa de encontrarme con excelentes arqueras, que para mi todo ese proceso fue muy enriquecedor.
La mujer demuestra sus intenciones en cada segundo. En la Selección Bogotá también tuve la oportunidad de participar en un club femenino llamado Future Soccer. De ahí recibí el llamado a la Selección Colombia de cara a los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
Por estos llamados, cuando inició la liga femenina, Santa Fe me llamó para ser el preparador de arqueras del equipo profesional y además de coronarnos como el primer equipo campeón del fútbol femenino de Colombia. Uno se llena de muchos conocimientos y estas oportunidades me obligaron a seguir capacitándome, seguir investigando para poder brindar a las mujeres lo mejor en contenido de la técnica y en la parte específica de cada edad.
A su vez nos damos cuenta que este medio ha crecido bastante y la arquera colombiana también ha crecido y hoy en día ya no se ven 10 arqueras, sino un número mayor que puede llegar a las 20 o 30 que cuentan con todas estas capacidades técnicas.
El fútbol colombiano es tildado por esa riqueza y calidad técnica. Porque no se presenta tanto ese juego largo sino más bien un juego colectivo, un juego de posesión, un juego de triangulación.
Esto se ve reflejado en nuestra Selección o en los clubes a nivel internacional. Pensamos llegar y enfrentar al arquero en un mano a mano, pero no logramos hacer una mezcla entre el juego bonito que nos destaca con el fútbol efectivo.
Los clubes que apoyan y acompañan a sus equipos femeninos con gran respeto a la mujer futbolista, deben entender que el papel de la empresa privada como patrocinadores es vital para el crecimiento.
Es momento que desde las autoridades del fútbol profesional colombiano, inviten y estimulen al sector de la empresa privada para poder apoyar, promover y hacer crecer el fútbol femenino.
Hoy en día tenemos muchas representantes en muchas ligas del mundo y muchas extranjeras están en nuestra liga y demuestran con palabras que el talento y la calidad en Colombia es algo existente y necesitamos un poco más de apoyo económico para poder soñar con ser campeonas del mundo.
Mi máximo sueño es pertenecer a la Selección Colombia Absoluta desde la parte femenina y trabajar o dar aportes de estar en otro país trabajando con clubes internacionales para crecer de forma personal y profesional para poder aportar al fútbol colombiano y poder ayudar a que nuestras arqueras sigan evolucionando y mejorando.
La calle y su fútbol. El gusto de patear una pelota y de pequeño veía a René Higuita con sus actuaciones y me parecía lo máximo para poder arrancar con este sueño. René fue mi referente por su carácter para enfrentar las situaciones de juego.
Es algo que le digo a mis estudiantes. Es un amor inmenso. Yo planifico algo y sobre la ejecución de ese plan me fluyen muchas cosas al ver que depronto el objetivo no encuentra camino, pero todo eso yo lo percibo como algo desde mi corazón. Ese amor por ver el avance de las personas que se me presentan en mi vida y dan ese voto de confianza.
Con mi familia fundamos la academia de arqueros Scorpion y es un lugar donde han llegado mujeres y hombres donde hemos podido evidenciar la evolución de los jugadores y la satisfacción que sienten ellos y sus familias. Muchos de ellos me preguntan que cuál es el formato y yo les respondo que la pasión.
Sueño ver a Colombia peleando torneos internacionales, con diferentes clubes. Sueño ver a mi país peleando torneos panamericanos, bolivarianos y siempre estando allá peleando esas finales.
Quiero ver a Colombia campeón del mundo. Nos falta el respaldo de las empresas y un poco de autoconfianza viendo el nivel de los otros países que están en constante evolución. También podemos seguir marchando con la misma intensidad y seguir soñando porque tenemos muy buen talento en nuestras mujeres y nuestros hombres.
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