La cobardía moral de algunos políticos es tan alta como su baja catadura, lo que no les impide erigirse en jueces de la moral ajena, con tal de mantenerse en el Poder.

Para ello se sirven de las más diversas artimañas y utilizan las mismas armas que condenan con tal de lograr sus objetivos.

Este es el caso de Michel Temer, que ha pasado de ser el socio de gobierno del Partido de los Trabajadores liderado por Lula, a ser el ejecutor de su linchamiento moral.

Inició este camino haciéndose confidente de los servicios de inteligencia militar norteamericana a los que vendió la idea de que Lula conduciría a Brasil por el camino de Venezuela, antes de su reelección, algo que resultó ser falso como demostró la historia.

Una vez reelegido vicepresidente del gobierno de Dilma Rousseff, sus aspiraciones se desbocaron y encabezó un complot para la destitución de su presidenta y el asalto al Poder presidencial.

Durante su discurso inaugural de los Juegos Olímpicos, fue abucheado mientras miles de brasileños se manifestaban en las calles.

En Mayo de 2017 Michel Temer, fue acusado de corrupción, obstrucción de la justicia y organización criminal, pero no dimitió aferrándose al cargo y sus prebendas políticas y judiciales.

Poco después acusados de corrupción son forzados a dimitir los ministros de Planificación, Transparencia y Turismo.

Meses más tarde los principales aliados de Temer, el Presidente del Senado, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Presidente de su partido PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) y el expresidente de la República José Sarney son imputados en un delito de corrupción vinculado a la empresa estatal Petrobras.

Por si todo esto fuera poco, El Ministro de Ciencia y Tecnología, el Ministro de Minas y Energía, el Ministro de Ciudades, el Ministro de Integración Nacional, el Ministro de Industria, el Ministro de Comercio y el Presidente del Senado son acusados de corrupción vinculada esta vez con la empresa alimentaria JSB (José Batista Sobrino) una de las mayores empresas cárnicas del mundo.

El linchamiento es tan descarado que pasará a los anales de la historia universal

El Poder Judicial de Brasil como en casi todos los países, por desgracia es una suerte de apaño clasista que se elige a dedo, para entenderlo mejor ver el siguiente enlace.

Si Michel Temer no está en la cárcel, ¿cómo se entiende que Lula haya sido procesado por un supuesto delito de corrupción?

¿quiénes están detrás de su pretendido linchamiento?

Su principal enemigo es sin duda Michel Temer y su desaforada ambición pero el principal actor de la campaña contra Luiz Inácio da Silva Lula, es el poderoso conglomerado periodístico O Globo, el mismo que aupó y respaldó el Golpe Militar de 1.964 que sumió a Brasil en la más cruenta de las dictaduras de América Latina.

O Globo es el arma más poderosa de la oligarquía brasileña y el peor enemigo de los trabajadores y los desfavorecidos, enemigo que alimenta el odio y la desconfianza contra la izquierda.

Lula da Silva es el favorito para ganar las elecciones de Octubre en Brasil, de ahí la carrera desesperada de sus enemigos para encerrarlo entre rejas e inhabilitarle como candidato presidencial.

Lo que no son capaces de ganar con los votos, lo imponen siempre con las botas o con la espada de una justicia al servicio de la oligarquía.

A Lula, le regalaron un apartamento en la playa que no sólo no lo llegó a conocer, sino que se convirtió en un regalo envenenado, una dorada y atrayente Amanita muscaria con la que se envenenaba a los césares.

Insistimos en que el Poder Judicial debe ser electo por sufragio universal o dejar de ser un Poder del Estado, para pasar a ser un poder tutelado por los parlamentos, donde reside la soberanía popular, todo menos las designaciones a dedo.

Hay dedos que siempre están entrando y saliendo en los agujeros, lugares oscuros y no siempre limpios.

@ordosgonzalo

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