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La vacunación de personas con gran dependencia y de las personas que se encargan de sus cuidados comienza este lunes en la Comunidad de Madrid. Debido a las dificultades de movilidad que tiene este colectivo, parte de él recibirá el fármaco contra la Covid-19 en sus domicilios y al resto, al tener posibilidad de desplazarse, se le administrarán las dosis en sus centros de salud.
La Consejería de Sanidad ha diseñado decenas de equipos con profesionales de enfermería adscritos a servicios de Atención Primaria para poder vacunar en sus casas a 7.925 grandes dependientes y a sus cuidadores. Hasta alguno de los 262 ambulatorios de la región tendrán que desplazarse las cerca de 23.000 personas que en la comunidad tienen la condición de grandes dependientes pero que tienen capacidad de moverse.
En ambos casos, las vacunaciones comenzarán este lunes después de que el pasado viernes se les empezara a citar por teléfono. Las citas para recibir el fármaco contra el coronavirus se otorgan, en todo caso, desde los servicios de Atención Primaria a través de llamadas a los domicilios de las personas que pertenecen a los grupos prioritarios.
Todos los grandes dependientes que tengan más de 55 años recibirán la vacuna de la farmacéutica Pfizer, mientras que a los menores de esa edad se les administrará la de AstraZeneca. De acuerdo con los cálculos facilitados por el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero, para proteger a este grupo de población frente a la Covid-19 se necesitarán 24.360 dosis de Pfizer (más de 17.000 para inocular en los centros de salud y 7.360 para los domicilios) y alrededor de 5.600 del segundo laboratorio (565 se suministrarán en las casas y el resto en la red de ambulatorios).
El viceconsejero de Salud Pública y responsable de Plan Covid-19, Antonio Zapatero, confió el viernes en que todo el colectivo con severa dependencia tenga administrada la primera dosis de la vacuna antes de Semana Santa. Las segundas dosis se irán poniendo a las tres semanas, cuando se haya inoculado la fórmula de Pfizer, y a las 10 o 12 cuando se haya recibido la de AstraZeneca.
La inmunización de los grandes dependientes se esperaba ya desde comienzos de esta semana. El retraso en la campaña ha obedecido, de acuerdo con las explicaciones de las autoridades sanitarias, a las dificultades de conservación que plantea la vacuna de Pfizer, que es la que se va a utilizar de forma mayoritaria en este grupo.
La fórmula de este laboratorio debe estar a muy baja temperatura y una vez reconstituidos los viales ?un paso indispensable para inocular el fármaco? hay un tiempo limitado para poner el pinchazo sin que pierda sus propiedades protectoras. Hasta hace bien poco, explicaron desde Sanidad, no estaba muy claro cuál era el periodo con el que se contaba. Las investigaciones del laboratorio en este sentido concluyeron que ese plazo era de 6 horas, lo que motivó un cambio en la ficha técnica de la vacuna de Pfizer.
Con esta información, la Comunidad pudo diseñar el complejo plan de vacunación en este colectivo para aprovechar todas y cada una de las dosis que van llegando a la región, una cantidad que sigue siendo limitada. De hecho, Madrid sigue pidiendo más dosis y supedita todos sus planes a las remesas que vayan llegando cada semana.