¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Lucia Aragón escriba una noticia?
Centro de Información de Falun Dafa
[Minghui Net] Creemos que cuando la verdad de la persecución a Falun Gong en China se revele completamente, llegará a su fin, pues el mundo simplemente no lo tolerará. Qué si los líderes comunistas chinos han llegado a tales extremos para encubrir sus acciones desde 1999, demuestra que también lo creen.
Con este fin, lo siguiente es parte de una serie especial de artículos que exponen exhaustivamente y registran la persecución a Falun Gong en China en todas sus múltiples facetas, son artículos que documentan los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Partido Comunista Chino durante los últimos once años de persecución a Falun Gong.
El objetivo de forzar a las personas que practican Falun Gong a renunciar a sus creencias y cooperar con las autoridades ha sido, desde el principio, parte central de la campaña del Partido Comunista Chino.
Ya que toda forma de tortura física implica también tortura mental (obligar a estar despierto durante más de una semana o electrocutarle los genitales), los practicantes de Falun Gong específicamente han sido objeto de persecución psicológica. Se ha dado de dos formas: el lavado de cerebro y tortura psiquiátrica.
El lavado de cerebro es el más utilizado, hay instalaciones en al menos 21 de las 22 provincias de China continental, y en cuatro de las cinco "regiones autónomas". Los lavados de cerebro se llevan a cabo a cada nivel de la administración: provincial, municipal, jurisdiccional y en los poblados. De acuerdo a un análisis, la densidad de instalaciones de lavado de cerebros es mayor que la de las prisiones, campos de trabajos y hospitales mentales.
Reeducación
El lavado de cerebro a menudo incluye tortura física [vea la sección de tortura], con el objetivo de "transformar" o reprogramar a los practicantes para que abandonen su práctica espiritual. Las autoridades prometen a sus seguidores que su prueba terminará una vez que firmen una triple "declaración de garantía", que demuestre la compresión "correcta" de Falun Gong, prometiendo no protestar nunca más y revelando información sobre familiares y amigos que practiquen Falun Gong.
La angustia mental no acaba allí, al practicante transformado inmediatamente se le obliga no sólo a dejar de creer sino a ponerse en contra de Falun Gong. Una vez firmada la declaración de transformación, los practicantes son filmados frente a cámaras de TV leyendo la declaración con su "nuevo entendimiento" de Falun Gong, para su uso como material de propaganda; si la declaración no es satisfactoria o no denigra lo suficiente a Falun Gong y a su fundador, se debe repetir el proceso.
Entonces, al recién "transformado" lo obligan rápidamente a tomar un papel activo para transformar a otros practicantes detenidos. Los que resultan ser muy capaces, los llevan de gira a otras prisiones o campos de trabajos forzados para ayudar en los esfuerzos de transformación. Los sobresalientes son usados en sus esfuerzos para cambiar la percepción internacional sobre Falun Gong, como cuando diplomáticos de la República Popular China llevaron al residente de EE.UU., Teng Chunyan, a visitar las oficinas del Congreso.
Como domar a un practicante
Los relatos de los partidarios de Falun Gong que han sobrevivido, con frecuencia asustados mentalmente, de prolongadas sesiones de lavado de cerebro revelan que la metodología de los cuadros del partido se ha vuelto más sofisticada con el tiempo. Sin embargo, el enfoque básico es el siguiente:
10. Reemplazar Falun Gong inculcando en sus mentes una ideología diferente, puede ser el marxismo (los hacen leer historias de Lei Feng, obras selectas de Mao Zedong, etc), si eso no funciona, les dan la Biblia, escrituras budistas, etc.
11. Golpearlos
12. Decirles que todo es por su propio bien.
Lo anterior, por supuesto, no incluye la extrema violencia física y violación sexual, detalladas en otra parte de este sitio o el uso de drogas psicotrópicas descritas a continuación.
John Pomfret y Philip P. Pan, del Washington Post proporcionan un relato vívido de cómo la tortura física y mental se combinan en los esfuerzos para erradicar Falun Gong. Las personas que han pasado por este proceso lo describen como "asesinato espiritual".
Una vez liberado de las clases de lavado de cerebro, los practicantes y sus familias se ven obligadas a pagar con carácter retroactivo la matricula, alojamiento y comida por el tiempo que pasó ahí.
Cientos, sino miles de practicantes de Falun Gong han sido torturados en manicomios, donde los inyectan con psicofármacos desconocidos.
Para muchos, sin embargo, estos esfuerzos de transformación han demostrado ser inútiles, si bien el proceso es doloroso. Después de regresar a casa y reponerse de la experiencia traumática, muchos reanudan la práctica de Falun Gong.
Algunos publican declaraciones en línea anulando cualquier declaración en contra de Falun Gong bajo coacción. De acuerdo al sitio web Minghui Net, donde tales declaraciones conocidas como "declaraciones solemnes", se han registrado más de 380, 000 a partir de marzo 2008.