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El dueño de la casa de subastas Elite Estate Buyers Inc, de Florida se declaró culpable de la venta de cuernos de rinoceronte y marfil, por lo que deberá pagar una multa de 1, 5 millones de dólares y corre el riesgo de ir a prisión, informaron el miércoles las autoridades.
Christopher Hayes, de 55 años, propietario y presidente de la casa reconoció ante un tribunal de Miami haber vendido ilegalmente a través de su empresa objetos fabricados con cuernos de rinocerontes y marfil, provenientes de colmillos de elefantes y corales. La casa de subastas se declaró culpable igualmente y aceptó pagar la multa de 1, 5 millones de dólares, precisó el departamento de Justicia en un comunicado.
Las denuncias penales contra esta casa de subastas y Christopher Hayes se inscriben en el marco de la operación 'Crash': un esfuerzo coordinado del servicio de Pesca y Fauna Salvaje (FWS, por su sigla en inglés) y el departamento de Justicia para desenmascarar, desincentivar, y denunciar a quienes realizan la caza ilegal de rinocerontes y el comercio ilegal de cuernos.
Hayes fue descubierto porque su casa de subastas vendió seis cuernos de rinocerontes negros, dos de ellos por 80.500 dólares, a un cliente tejano implicado en una operativo de contrabando para enviarlos a China. Sin embargo, agentes encubiertos del servicio de Pesca y Fauna Salvaje compraron esos cuernos.
"Al declararse culpable, esta casa de subastas admite haber jugado un rol clave en la entrega de cuernos de rinoceronte y marfiles de elefante a contrabandistas de productos de fauna salvaje y a mercados extranjeros", afirmó John Cruden, un funcionario del departamento de Justicia citado en un comunicado.
"La matanza de rinocerontes y elefantes en África resulta de la creciente demanda de sus cuernos y marfiles en el mundo, y personas como Christopher Hayes están estrechamente relacionadas al comercio ilegal aquí y en el extranjero", dijo Dan Ashe, director de FWS.
Hayes espera aún su sentencia y podría enfrentarse a una pena máxima de cinco años de cárcel y una multa de 500.000 dólares, entre ellos 250.000 para él y 250.000 para la casa de subastas, es decir dos veces más que la ganancia ilegal de esos objetos.