Mercedes Olivera, Editora

Pecando de recurrente, falta una propuesta farandulera en la TV paraguaya. Ese espacio banal algo picante, que se sintoniza para estar al día con los acontecimientos del espectáculo y entretenerse.

En este aspecto, nos enteramos de la mayoría de las cosas, cuando no de primera mano, por las radios y claro, DIARIO CRÓNICA, DIARIO POPULAR y Marcelo Acosta que lo sabe todo. Los programas "amarillitos", como una vez dijo Salinas en su propio set, colman la cuota de trivialidad que todos necesitamos para sobrellevar las cumbres, los tratados binacionales, los líos del congreso y otros asuntos serios que hacen a la cotidianeidad.

Un escenario para el circo, lo bizarro, pero eso si, bien montado. Con escenografía pulcra, buena iluminación y presencias agradables. Conductores que sepan de lo que hablan y no tengan que recurrir a desprestigiar a otros, para que aunque sea, los miren en su propio canal. Saben de lo que hablo.

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