Recordando a João Paulino de Carvalho

El Sr. João Paulino de Carvalho nació en la década de 1890 en el área rural de Queimadas, Bahía.

Creció con sus padres en el campo trabajando en la hacienda y ganadería. João era vaquero en una de las haciendas de la familia Campos de la zona. En 1918 conoció a la señorita Alzira María de Jesús. En 1919 se casaron y tuvieron 8 hijos, 4 niños y 4 niñas.

En 1933, su esposa falleció, dejándolo solo para criar a los niños. Su hijo mayor, Policarpo Paulino de Carvalho, tenía solo 12 años. Ayudó a criar a sus hermanos y hermanas porque el Sr. João prefirió criar a sus 8 hijos sin ayuda externa. La presencia de su hijo mayor fue fundamental para la crianza y educación de los otros 7. Pasó el tiempo y el Sr. João le enseñó a Policarpo, o Pulú como le llamaban cariñosamente, a ser un vaquero. Después de que todos crecieron y se casaron, el Sr. João decidió pasar la responsabilidad de la hacienda a Policarpo. Debido a su avanzada edad, el Sr. João tenía algunos problemas de salud. Como ya no podía vivir solo, se fue a vivir con sus hijos. Durante años alternó su estancia en las casas de cada uno de sus hijos, ya que necesitaba cuidados especiales. Cerca del final de su vida, se fue a vivir con su hijo mayor.

En 1969, el Sr. João sufrió un accidente y falleció, dejando un gran legado para familiares y amigos. Fue un hombre de carácter indiscutible, y dejó muchas enseñanzas a sus hijos, nietos y demás.

Todos lo admiraban mucho, especialmente su nieta, Alzira Carvalho, hija de Policarpo

Todos lo admiraban mucho, especialmente su nieta, Alzira Carvalho, hija de Policarpo. Alzira tuvo a João como referente para la formación de su carácter. Recordó frases que le había dicho su abuelo cuando solo tenía 7 años.

Tales frases marcaron una gran diferencia en su vida. Con todo eso, Alzira Carvalho decidió llevar las frases a la ficción, transformándolas en un breve mensaje fílmico "Pedir Ajuda" (Pide ayuda). La película fue filmada en Mongaguá, en la costa sur de São Paulo y fue dedicada a su abuelo, João Paulino de Carvalho, quien fue uno de los responsables de hacerla mejor persona hoy. ¡Este día, Alzira Carvalho solo está agradecida!