La pensión compensatoria es un beneficio económico al que tiene derecho el cónyuge que sufre desequilibrio financiero tras el divorcio o separación. A diferencia de la pensión alimenticia, dirigida a los hijos, esta pensión busca equilibrar la situación económica de un cónyuge en relación al otro.

Para solicitar una pensión compensatoria en España, es necesario que exista una clara disparidad económica entre ambos cónyuges después del divorcio. No se puede solicitar si ambas partes tienen la misma situación económica o si cuentan con suficientes ingresos y bienes para satisfacer sus necesidades.

Factores como la duración del matrimonio, la edad y el estado de salud se tienen en cuenta al calcular la pensión

En casos de desequilibrio económico, como el de una persona que ha sido ama de casa durante años mientras su esposo trabajaba, se puede solicitar esta pensión. La duración del matrimonio, la edad, el estado de salud, las cualificaciones y la capacidad laboral de quien solicita la pensión son algunos de los factores que se consideran al calcularla.

La pensión compensatoria se establece en función de las necesidades de la persona que la solicita y de la capacidad del otro cónyuge para cumplir con dicha pensión. Generalmente, se considera que es un beneficio vitalicio, pero puede cesar en ciertas circunstancias, como cuando el cónyuge beneficiario se vuelve a casar o consigue empleo para mantener su nivel de vida.

La pensión compensatoria busca equilibrar la situación económica de un cónyuge tras el divorcio. Se puede solicitar cuando existe un desequilibrio financiero evidente

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