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La tensión reina en Jerusalén Este, que espera que decenas de miles de musulmanes se congreguen en la explanada de las Mezquita con motivo del primer viernes de Ramadán.
La policía israelí ha reforzado la seguridad en la ciudad y cerca de Gaza, tras el lanzamiento de cohetes, en un clima tenso por la muerte de tres jóvenes israelíes y uno palestino.
"Queremos la calma, pero si Hamas escoge actuar contra nosotros, estamos preparados", indicó el jefe del Estado Mayor israelí, Benny Gantz, en Twitter.
En Gaza, controlada por Hamas, el brazo militar del movimiento islamista acusó a Israel de "atizar el fuego de la confrontación".
El ejército israelí decidió desplegar alrededor del enclave palestino "varias decenas" de oficiales de la reserva para reforzar su capacidad "cerca de la frontera con Gaza y no en el terreno", aseguró previamente un portavoz militar.
"Tenemos previstas dos opciones en el sur: o los disparos contra nuestras comunidades cesan y por tanto nuestras operaciones se detendrán también, o estos continúan y nuestros refuerzos en la zona actuarán con determinación", advirtió el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
En total, 34 proyectiles se lanzaron desde la franja de Gaza contra Israel desde la medianoche del miércoles. Un soldado israelí resultó levemente herido y cuatro cohetes dañaron infraestructuras y edificios civiles.
Las represalias de la aviación israelí dejaron 11 heridos, uno de ellos grave, según fuentes palestinas e israelíes.
En Jerusalén Este, ocupada y anexionada, los enfrentamientos que estallaron el miércoles por la mañana tras el asesinato del adolescente palestino Mohamad Abu Khdeir, siguieron este jueves, constataron fotógrafos de la AFP.
Un total de 232 personas resultaron heridas en el brote de violencia de las últimas 24 horas, seis de ellos por munición real, precisó a la AFP la Media Luna Roja palestina.
- Detener la incitación al odio -
El joven palestino de 16 años fue secuestrado el martes por la noche en Shuafat, un barrio residencial de Jerusalén Este. Unas horas después, la policía israelí halló cuerpo completamente quemado cerca de un bosque en la parte occidental de la ciudad.
Tras la autopsia, el funeral del joven tendrá lugar este viernes tras la oración.
Los medios de comunicación piensan que podría tratarse de una venganza tras el descubrimiento el lunes de los cadáveres de tres estudiantes israelíes secuestrados el 12 de junio cerca de Hebrón, en el sur de la Cisjordania ocupada.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch, subrayó que están abiertas "todas las pistas de investigación", pero que el motivo del asesinato no se podía "determinar de momento".
Paralelamente, el ejército israelí continuó la búsqueda en Cisjordania de los autores -activistas de Hamas, según Tel Aviv- del asesinato de los tres jóvenes judíos, que desencadenó el último brote de violencia.
Las fuerzas armadas israelíes detuvieron durante la noche a trece palestinos, según el ejército.
Más de 640 personas, entre ellas 11 diputados, han sido arrestadas tras el secuestro de esos jóvenes, según el ministerio de Relaciones Exteriores palestino.
Netanyahu reunió de nuevo el jueves a su consejo de seguridad para acordar una eventual respuesta.
Sin embargo, expertos militares estiman preferible que Hamas continúe controlando Gaza antes que organizaciones islamistas más radicales les remplacen en el poder en el enclave palestino.
En Israel, una convocatoria por la paz congregó solo a cientos de militantes de izquierda en Jerusalén y unas 2.000 personas en Tel Aviv, constató la AFP.
Sin embargo, la redes sociales israelíes arden con la campaña antiárabe que motivó que el presidente saliente, Shimon Peres, hiciera un llamamiento "a detener la incitación al odio".
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a Israel que alivie las restricciones que pesan sobre la economía palestina, que se "ha debilitado".