Herencia necesaria,  

trasmitida por generaciones menos afortunadas,

valeroso intento por construir un orden en la primitiva existencia,

que hace milenios circulaba en esta selva de precaria consciencia.

Conjunto de creencias alzadas,

por los más adelantados de una era,

y que sin duda educaron las mentes originarias de nuestra tierra,

cimentando de esa manera,  

el pilar que sustento a sociedades enteras.

Principios innegables, verdades incuestionables,  

paradigmas que atentan por su soberbia,  

contra lo natural del cambio.

Tradiciones que sustentan, aquel orden que alimenta,

esa seguridad que desorienta,  

y que impide la expansión obvia de tu conciencia 

Los errores del padre se traspasan al hijo;

la reinterpretación del hijo,

curara la falta de entendimiento del padre,

y así se renovara el mensaje, se cambiara el montaje,

cambiando así el paisaje.

Y pese a que aun existan los guardianes de la tradición,

cegados por el ego de su generación,

apelando que todo pasado fue mejor,

citan las escrituras para defender su precaria razón,

condenando a muertes a los que osen derrumbar,

las murallas de necedad e inamovilidad,

que sustentan sus pequeños mundos de seguridad;

aparente confort y bienestar. 

Por eso tradición atente a la evolución,

de tu desgastado corazón,  

que vendrá con la reinterpretación,

de la nueva generación