Yo soy el viento que acaricia tu rostro,

los océanos que cubren la tierra,  

las criaturas que surcan los cielos, la tierra y los mares,

el espacio en el cual se mueven las eras.

Yo soy la flor que viste los prados,

las montañas que surgen mas allá de los planos,

las estrellas que iluminan la noche; 

mundos extintos hace eones,

universos que trascienden al tiempo.

Yo soy el llanto de un niño, la desesperanza del afligido,

la sonrisa del optimista, la sensibilidad del artista,  

el pragmatismo del capitalista, el idealismo del pacifista,

la escases y la abundancia, el mal y el bien a sus anchas.

Yo soy lo femenino y lo masculino,  

el padre que sustenta, la madre que alberga,

soy la dualidad que se interna en la relativa existencia,  

la conciencia humana, el creador de su sociedad,

el libertador espiritual,  

el mesías que les muestra vuestra potencialidad,

y que les enseña la inherente hermandad.

Yo soy la oveja descarriada, el alma atormentada,

el dictador que resalta vuestra relativa conciencia,  

reflejo de una colectividad amarrada a las carencias.

Yo soy quien soy, soy incluso lo que no soy,

la nada que sostiene al todo, el todo que sustenta las partes,

soy los creadores encarnados,  

que aun me individualizan en un tirano,  

el cual rige sus destinos desdichados.

Y si insistes en preguntarme quien soy,  

te repito nuevamente; solo soy quien soy